ELEMENTAL

El Museo Anahuacalli combina naturaleza y cultura de una forma típicamente mesoamericana, siendo una doble referencia física de montaña y pirámide, volcán y templo. La roca de la cual está hecha el edificio proviene de la lava producida por el Xitle, volcán cuya erupción destruyó Cuicuilco, una de las muchas ciudades prehispánicas precursoras en la Ciudad de México. La raíz de su nombre, el ahora ambiguo sonido de la palabra azteca anahuac (rodeado de agua), es una connotación de la incorporación de tempranas civilizaciones que florecieron en esta zona, antes y después de Xitle, en la parte sur de lo que alguna vez fue la región rica en lagos del Valle de México; esa cuenca fértil que no es un valle.

Este extraño y maravilloso Museo de Diego Rivera (geográfica y culturalmente anahuac) contiene un increíble compendio de lo que el ser humano -motivado por la necesidad y la esperanza, el amor, la furia y la locura- es capaz de formar de la Tierra. Pero Bosco Sodi: Elemental no se trata de esta extraordinaria cultura material, está más bien dirigido a la parte del museo que es prehistórica, incluso anacrónica: la roca y el calor, el volcán y sus sublimes latidos. Logrando alcanzar por debajo, antes, más allá y fuera de la historia algo más básico y fundamental, las pinturas matéricas, las piedras volcánicas y los cubos de barro de Sodi cortan a través de la cultura de la materia como un río que fluye rápido a través de una planicie fluvial. No son productos de la tierra, si no la presencia de la Tierra misma.

El genio de Rivera fue reconocer en el anahuac lo que los franceses llaman terroir, una única combinación de características ambientales que constituyen una identidad inseparable del lugar: roca, tierra, aliento, sangre, calidad de la luz. Sodi está interesado en lo que pasaría si pudiéramos ser inducidos a permitir que los engranes del intelecto colectivo fueran frenados -si enterráramos nuestros pies en la arena, volteáramos la cara al sol y pausáramos para ver la lava fluir. ¿Qué, se pregunta Sodi, significa simplemente ser parte de donde estamos?

Bosco Sodi

Artista plástico nacido en la Ciudad de México en 1970, ha vivido en París, Barcelona y Berlín antes de instalarse en Nueva York, donde vive y trabaja actualmente. Sodi crea obras que exploran las áreas en las que la naturaleza y la humanidad combinan y buscan la belleza implícita en la destrucción. Su obra pertenece a importantes colecciones a nivel internacional y ha expuesto en museos y galerías de arte de diferentes partes del mundo: Estados Unidos, Alemania, España, Japón, Italia y México.

Dakin Hart

Curador del Museo Noguchi en Nueva York. Anteriormente ha participado en la curaduría de las exposiciones Sure, Sure. Davi Det Hompson: 1575-1991 en la Galería Zieher Smith, Sculpture in So Many Words: Text Pieces 1960-1980 en Centro de Escultura Nasher en Dallas y Picasso Exhibitions with John Richardson en la Galería Gagosian de Nueva York. Asimismo ha laborado en Museo de Bellas Artes de San Francisco y Centro para las Artes Montalvo en California.